La ciudad vieja, Jerusalén

31 oct 2010

¿Cómo quemar un mismo shtrudl dos veces? (En honor a Tania y Claudio)

Hay muchos mexicanos en Jerusalén y en la Universidad también. De vez en cuando me encuentro a muchos conocidos y a otros que no tanto. En las tardes, cuando se puede, nos encontramos con algunos.

El primer shabat que pasé aquí lo pasé en casa de Tania, que conozco hace como diez años. Invité a Claudio, un exalumno de hebreo, y juntos tuvimos una interesante cena de Shabat que Tania preparó. Además de conocer a Philip, su perro, tuvimos una maravillosa cena con distintos platos. (Tania: ya te puedes casar)

Había que calentar el shtrudel en el horno de resistencias eléctricas (el "hornito"). Tania puso este riquísimo pastel "de sobras" de manzana y canela prefabricado en el horno y nos pusimos a platicar. . . pasó el tiempo y el shtruel se quemó. Lo mejor del asunto es que sólo se quemó por arriba y por abajo estaba casi crudo: el horno sólo tenía prendida la parte superior. Tania lo volvió a meter ahora al revés y casi se vuelve a quemar. Quedó bien, al final de cuentas: entre doradito y quemado. (Menos mal: ¡Guácala!)

De cosas tan sencillas como esta está hilvanada una estancia de investigación, jajajajaja