La ciudad vieja, Jerusalén

27 dic 2010

Un país racista . . .



La semana pasada estuvo marcada por dos manifestaciones en Tel Aviv: una pidiendo se deportara a más de 10,000 trabajadores ilegales e infiltrados principalmente de países africanos que han llegado a Israel y que o bien trabajan en trabajos que la mayoría de los israelíes no están dispuestos a hacer,o bien porque son refugiados políticos que llegaron a Israel porque en sus países de origen no es seguro que estén.
Decenas de israelíes se dieron cita para exigir que el sur de Tel Aviv fuera seguro porque "temían" de estos individuos y abogaban por una ciudad "judía". Esto se da
en el marco de la aparición de una carta firmada por más de cincuenta rabinos de Israel que, se
gún su interpretación de la halajá (o ley judía) no se puede vender o rentar ca
sas a árabes o no judíos. Algunos rabinos y muchas otras instituciones emitieron respuestas enérgicas con frases y citas de las propias fuentes judías que permiten la interpretación contraria.

De igual forma hubo otra manifestación en contra de la evolución de Israel como un país racista, no sólo por las muchas veces que los judíos han sido refugiados o expulsados de otros países, sino como una obligación de un país frente a otros países o pueblos.

Si bien en Israel siempre se ha sentido y vivido la tensión política, este tipo de discusiones no se sentían hace tiempo cuando conocí por primera vez estas tierras, o tal vez siempre existieron pero no se sentían tan a flor de piel. . .

Y escribiendo una tesis sobre M. Buber, parece que lo que propone es más vigente de lo que uno se podía imaginar. . . .

19 dic 2010

Januká



Este es el nombre de una fiesta judía integrada bastante tardíamente que conmemora el milagro en el que la porción de aceite puro que tendría que durar un día, duró ocho después de que los romanos profanaron el templo durante la guerra entre los romanos y los jasmoneos. De esos tiempos, poco queda, pero la costumbre es prender durante ocho días una velita por día más la acumulada para conmemorar el "milagro" (en total 44 velitas en una caja para todas las noches, contando un "shamash" o vela con la que se prenden las restantes para cada día) . Por eso en las perinolas tradicionales dicen con letras en hebreo "N G H Sh" (Gran milagro hubo allá) y aquí en Israel dicen "N G H P" (Gran milagro hubo aquí). También se suelen comer cosas fritas en aceite como las sufganiot (como donas sin centro) y levavot (como tortitas de papa). Es una fiesta que en Israel tomó un sentido muy heróico pero que con el tiempo se ha ido transformando.

Junto con el programa hicimos un paseo por el barrio jerusolomitano de Najlaot para ver cómo prendían la última velita. De ahí las fotos que algunos habrán visto en facebook (http://www.facebook.com/album.php?aid=316838&id=659800529). Fue muy interesante porque es tal vez la única ocasión en el año en que las ventanas están abiertas porque las luces de las velas o de las llamas del aceite tienen que dar a la calle e iluminar a los que están afuera. Como estuvimos viendo, curiosamente se transformó la tradic
ión y ahora todos vemos lo que sucede adentro: los que no tienen mucho que comer, los que necesitarían una sala nueva, los libros que la gente lee, la decoración interna, etc. Es muy interesante porque nos permite ver los interiores de las casas.

En las fotos podrán ver a Dafna de México y Dena de Estados Unidos con quienes comparto el programa, además de Jaguit, quien es la coordinadora del programa y quien insistió en la visita.

El país estaba de fiesta y a nosotros sólo nos dieron un día de descanso. Januká acabó y ahora a prepararse para el último jalón en los estudios.

El invierno israelí

En las últimas semanas ha estado haciendo bastante frío. Dos días en especial hubo unos vientos que llegaban a los 90 kilómetros por hora. Yo, que vivo en el quinto piso de un edificio construido sobre una loma, sentía que volaba para repetir la historia del Mago de Oz. Las persianas temblaban y los vidrios se azotaban. . . Eso fueron sólo dos días de la semana pasada, pero para los que me conocen sabran lo significativo de la siguiente frase:
Todos los días uso por lo menos una sudadera y una bufanda!!!! Yo sé, para quien no haya saltado de su asiento al leer esta frase quiere decir que nunca me vio en los "inviernos" mexicanos con una camiseta de manga corta.
De hecho, compré con descuento, gracias a Tania que trabaja en una tienda de blancos, una cobija de invierno o "puj" en hebreo moderno. Se sigue extrañando la lluvia. En menos de cuatro semanas acaba el semestre . . . mientras a disfrutar la universidad con calefacción.

9 dic 2010

Cuando la lluvia viene después del incendio


El martes cayó la tan esperada primera lluvia de invierno aquí en Israel. A diferencia de México, en donde llueve en verano, aquí los inviernos solían ser lluviosos. Justo mientras el país festejaba la fiesta de Januká, en donde se conmemora la victoria de los hasmoneos contra la imposición romana prendiendo ocho velitas, una cada víspera, varios miles de hectarias se quemaban en el monte Carmel en el norte de Israel. Más de 50 personas murieron tratando de apagar el incendio que arrasó justo con una zona en la que había visitado con mi amiga Eliana próxima a la zona de Haifa. Fue muy triste leer en los periódicos que justo 40 de los muertos eran todos voluntarios para apagar el incendio. Eso pasaba mientras el mundo judío prendía fuego recordando los milagros. No se sabe quién lo empezó pero se cree que unos jóvenes que no apagaron una fogata.

Como en todo, ahora en Israel se abrió una comisión para investigar el asunto y, como siempre en Israel, se volvió un asunto político. Cuando terminaron de apagar el incendio con préstamo de aviones turcos, rusos y de otros medios de países que enviaron camiones de bomberos como de la Autoridad Palestina; llovió al día siguiente.

Así es la vida. Ahora todos usamos chamarras y suéteres o sudaderas para ir y venir de la universidad. Empieza el invierno y dicen que va a ser duro. A veces llega a nevar aquí en Jerusalén. Las que sin duda agradecen cada gota son las plantas . . . a veces también hay que aprender de ellas.

5 dic 2010

Entre pies rotos y gases lacrimógenos


Mi amigo Claudio se rompió un pie y el destino (y también la ambulancia) lo trajo al hospital Hadasa al lado de mi casa, en el noreste de la ciudad. De hecho, definir sus límites es un asunto político-cultural-social complejo.

Como buenos amigos lo hemos ido a visitar para ver que todo esté bien y que no haya problema alguno o que necesite algo.

Antier lo fuimos a visitar Arlyn, que estaba de visita en Jerusalén, y yo. Para llegar de los dormitorios donde yo vivo al hospital hay que pasar por el cementerio británico. Ahí empezamos a sentir un olor a quemado que pasó a ser una irritación en los ojos, en la garganta y en la nariz. No olía como nada que yo hubiera experimentado antes. Corrimos hacia el hospital (todo esto en 100 mts.) y en la entrada el encargado de seguridad de la puerta, con una máscara antigases, nos dice que es gas lacrimógeno pero que no nos preocupemos. Arlyn y yo estamos llorando hasta entrar al hospital. Ahí nos dijeron que no nos mojáramos la cara porque sería peor.

Se pasó el ardor y visitamos a Claudio. Luego nos dijeron que era el gas que usaba la policía para deshacer manifestaciones que suceden cada viernes en alguno de los barrios árabes de Jerusalén como Isawiya o Seik Jarrah.

Jerusalén en hebreo quier decir ciudad de paz (ir- ciudad. shalom - paz) y en árabe se llama Al-Quds (la sagrada - la tercer ciudad más sagrada para el Islam). Entre religiosos judíos de todas las tonalidades, laicos, árabes en sus múltiples versiones y todas las minorías, hacen de esta ciudad un lugar más que interesante en el que se respira un aire distinto y que en general es muy tranquila, pero que de vez en vez nos recuerda que el conflicto está ahí patente y que la paz tal vez no se da a priori en el nombre de la ciudad sino sólo como posibilidad y de la convivencia entre los que en ella habitan. Este año a mí me toca vivir como uno de ellos.

2 dic 2010

Entre grupo de bailes y grupo de bailes

Cuentan las malas lenguas que mi madre solía bailar rock 'n' roll cuando tenía nueve meses de embarazo. Hay quienes agregan que por eso soy así. Tal vez nunca sabremos con certeza pero esa historia deberá ser contada en otro momento.

He bailado danzas folklóricas israelíes desde que tengo siete años y desde entonces hay quienes sostienen que nunca he parado. Hay que aclarar que de bailar en un círculo un baile con pasos específicos a presentarse con una coreografía a ser presentada frente a un público fue algo que el Festival Aviv logró hacer. En este Festival de danza judía que existe en México aprendí muchas cosas tant como bailarín, como coreógrafo y como miembro de la dirección. Eso también podrá ser contado en otra ocasión.

Después de haber bailado de manera constante durante 8 años y medio en la compañía de danza judía Anajnu Veatem (www.anajnuveatem.com) con ensayos tres veces por semana, dejarlo fue un poco difícil. Creo que sólo a través de estar en un escenario he sentido lo que es estar completamente haciendo algo. La mente no empieza a pensar en todo lo que "hay que hacer" o lo que tal o cual cosa me recuerda, etc. Es una sensación indescriptible al salir a escena en donde todos los músculos, tendones, sentidos y emociones están puestos en el baile como un todo, en donde se puede sentir la participación de todos los que están bailando contigo y el público como en una especie de simbiosis que no me ha sucedido en otros lugares, ni siquiera en el metro Balderas en hora pico.

Ahí aprendí que se necesita preparar al cuerpo mucho para que un paso parezca "natural" y fácil de hacer. Si bien no es una compañía profesional ni yo un bailarín profesional, esta experiencia es irrepetible. Y como en todo, algún día los ciclos se cierran y en junio de 2010 di mi última función para venir a Israel. . .

Hace un mes, entro al elevador para ir a mi dormitorio y veo que invitan a las audiciones para formar parte del Grupo Folklórico de Jerusalén (www.jfe.co.il) compuesta principalmente de estudiantes y ensaya atrás de donde yo vivo. Fui a la audición y me quedé. Es un grupo con más de 17 bailes en repertorio con música en vivo. Ensayamos los jueves. Es una experiencia de un año interesante. Nos reunimos los nuevos a las 6:30 para aprendernos los bailes en repertorio (llevamos tres) y de 8:30 hasta las 11:30 bailamos con toda la compañía. Incluye calentamiento (uy, los músculos perezosos), diagonales, repaso de coreografías y bailarlas varias veces. Cada año salen de gira al extranjero en verano. A ver a dónde toca esta vez. . .